Ubicado entre las
provincias de Castilla y Condesuyos en la región Arequipa, el Coropuna es
considerado uno de los 16 volcanes activos del país de acuerdo al estudio de
“Evaluación del riesgo volcánico en el Perú”, realizado por el Instituto
Geofísico del Perú-IGP en 2016. Pero, ¿cuál es realmente su nivel de riesgo y
por qué es importante vigilar en tiempo real su actividad? El Coropuna, en la región Arequipa, es,
después del nevado Huascarán y Yerupajá, el tercer nevado más alto del Perú,
con 6377 m de elevación. Para la mayoría de la población, este nevado, de
origen volcánico, es un increíble atractivo turístico dada su imponente
morfología, compuesta por 46.6 km2 de superficie glaciar.
Sin embargo, recientes estudios del
Instituto Geofísico del Perú-IGP han demostrado que el Coropuna es un volcán
activo que presenta incesante actividad sísmica en su interior, vinculada
principalmente a fractura de rocas y movimiento de fluidos.
Esta es la principal razón por la cual
el Instituto Geofísico del Perú, en el marco del proyecto de “Mejoramiento y
Ampliación del Sistema de Alerta Volcánica en la Región Sur del Perú”, ha
incluido al Coropuna como uno de los cinco nuevos volcanes que serán vigilados
en tiempo real (actualmente el IGP monitorea al minuto los volcanes Misti,
Sabancaya, Ubinas y Ticsani). En los próximos dos años, el IGP pondrá en
funcionamiento cinco estaciones sísmicas en tiempo real sobre y alrededor del
volcán, además de una videocámara científica para realizar el monitoreo visual
del coloso.
Riesgo volcánico
El estudio “Evaluación del Riesgo
Volcánico en el Perú”, publicado por el IGP en 2016, y que analiza el riesgo
volcánico relativo de cada uno de los 16 volcanes activos del país, ubica al
Coropuna en el grupo de los volcanes de muy alto riesgo, junto a los ya
conocidos colosos Sabancaya, Misti y Ubinas. En esta calificación se ha tenido
en cuenta el gran impacto que podría generar el Coropuna en los valles de Ocoña
y Majes, debido al posible deshielo de su gran masa glaciar en una eventual
erupción.
Además de lo señalado, el IGP ha
evaluado otros factores para la determinación del nivel de riesgo del Coropuna
y de los demás volcanes, como por ejemplo la recurrencia con la cual presentan
erupciones, la actividad sísmica en su interior, la deformación apreciada en
superficie y las emisiones fumarólicas. La cercanía de poblaciones a menos de
30 km del volcán, el número de muertes históricas causadas por las erupciones,
así como la exposición de la aviación comercial son otros criterios empleados
por el IGP en su estudio.
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